Viticultura en Château Roudier

Un terruño: la denominación Montagne Saint-Emilion

Un vino se crea al principio con el trabajo de la vid. Cada día, los equipos se turnan en los viñedos para proporcionar los mejores cuidados.

La pericia del jefe de viticultura y de su equipo permite dar lo mejor de la vid. Combinando tradición ancestral y adaptación al clima, el trabajo de la vid es cotidiano. A lo largo de las estaciones, este trabajo permite la aparición de una cosecha.

El viñedo de diciembre a febrero

Tras la vendimia, las vides adquieren tonalidades doradas. Las hojas caen y ensucian el suelo. La vid entra en reposo durante los meses de invierno. La savia baja a las raíces.

La poda permite que la vid recupere su vivacidad en primavera. Este trabajo requiere mucho cuidado y experiencia. De hecho, se trata de elegir la madera preservada que soportará la futura cosecha. Este trabajo requiere cierta pericia.

Una vez cortados, los brotes permanecen unidos a la espaldera. A continuación, los trabajadores «tirarán de la madera» para colocarla en medio de las hileras. Estos brotes se trituran para obtener humus.

El viñedo de marzo a mayo

En primavera, los primeros rayos de sol vienen a calentar las viñas. Comienzan un nuevo ciclo. Los brotes se desarrollan, las ramas crecen y aparecen las primeras hojas.

Es el momento de la cuña del pie. Los trabajadores vienen a doblar los astes en el alambre más bajo. El objetivo es controlar el crecimiento del brote para favorecer el desarrollo de la planta y sus frutos.

Las vides están creciendo. Después llega el momento de la poda, que consiste en cortar las ramas que no dan fruto para permitir que la parte frondosa se desarrolle armoniosamente.

También es el momento de aplicar tratamientos para limitar la presión de la enfermedad.

El viñedo de junio a septiembre

En junio aparecen las primeras flores. Es el momento de la fecundación, que da vida al futuro racimo de uvas.

En julio, el racimo sigue creciendo mientras permanece verde. Las bayas no cambian de color hasta finales de julio.

La vendimia en verde consiste en dejar caer algunos racimos de uva para permitir que los demás racimos alcancen su máxima madurez.

Para aprovechar al máximo la luz solar y la aireación, las hojas se entresacan al nivel de las uvas, inicialmente en el lado del sol naciente y más tarde en el lado opuesto.